Una experiencia familiar desde un enfoque sistémico
La situación que se presenta es que los padres se han distanciado,
me refiero a su relación como pareja. El padre se va de la casa durante una
semana o más, luego vuelve por tres a cuatro días y se vuelve a marchar. Esto
se repite durante casi seis meses. Más allá de una separación, la problemática
se concentra en la indefinición de la situación, a veces están juntos y luego
separados. Esto genera inestabilidad en el Sistema Familiar, además de una
disminución en las interacciones entre PADRE e HIJOS. En otras palabras, el problema
es que los padres tienen una relación inestable desde hace seis meses y que
confunden sus interacciones como pareja con sus interacciones como padres.
Es normal que las parejas se separen, pero los padres no deben separarse de sus
hijos.
Como
consecuencia de este problema, el hijo menor está presentando una conducta
sintomática que se manifiesta cuando se orina en las noches, baja las
calificaciones en la escuela y pelea con sus compañeros.
Sólo
un pensamiento sistémico ha
permitido diagnosticar esta situación. Un pensamiento reduccionista diría que
el problema está en la conducta del hijo menor (grave error) y no se fijaría en
que dicha conducta es sólo la punta del iceberg. Por eso decimos que el niño
está presentando una conducta sintomática, su comportamiento es el síntoma[2]
que nos indica que en este sistema familiar hay un problema, y el análisis sistémico
nos permite ver donde está el problema real, o sea, la actual relación
inestable entre los padres y la confusión de éstos entre sus roles como pareja
y sus roles parentales.
Lo
interesante de la conducta del niño es que no sólo tiene un por qué, sino
también un para qué, pues, cuando el niño manifiesta el síntoma los padres se
juntan para llevarlo al médico o para ir a la escuela cuando los manda a llamar
la profesora. El hijo presenta este
comportamiento para que todo vuelva a ser como antes, aunque no sea
conscientemente. Todo esto lo podemos ver gracias al enfoque sistémico, sino no podríamos, lo que nos llevaría a un diagnostico equivocado y,
por ello realizaríamos una intervención equivocada y no podríamos resolver el
problema. Un pensamiento reduccionista nos haría tratar de intervenir la
conducta del niño como si fuera el problema y solo lograríamos empeorar todo.
Como
dije al principio, el sistema que se describe es una familia, como tal se ha considerado teniendo en cuenta que se conforma
por subsistemas (integrantes de la
familia, subsistema filiar, subsistema fraternal, subsistema conyugal y subsistema parental). El Sistema familia también forma parte de un macrosistema que es la comunidad. La elección de la escala está dada por la naturaleza del problema que
se quiere solucionar, claramente es un problema familiar.
Una
familia es un sistema complejo, entretejido, no se puede estudiar de manera
aislada porque las interacciones
entre sus componentes son relevantes.
Hay interacciones
entre el SISTEMA FAMILIA y el macrosistema pero son menores y menos intensas en
comparación a las interacciones entre Sistema y Subsistemas (madre, padre, hijo
mayor, hija, hijo menor), porque las
interacciones entre los componentes de los sistemas en cada escala deben ser
mayores que las interacciones  con otros
elementos fuera del sistema. 
Actualmente
las interacciones entre la Madre
y los Hijos son más fluidas, constantes, se ven día a día en la
cotidianeidad, en comparación  con las interacciones entre Padre e Hijos, ya
que este padre interactúa con sus hijos de manera intermitente, manifestando la
ausencia de muchas de sus funciones. Las interacciones entre padres e hijos son
relevantes cuando el sistema que estamos analizando es la Familia, sobre todo
si es nuclear. También hay otras interacciones en este sistema como la relación
conyugal entre los padres (como pareja) quienes están pasando por una crisis
matrimonial, así también la interacción entre estos mismos padres pero en su
calidad de padres, (ya no como pareja), como personas responsables de sus
hijos. El padre se va de la casa durante una semana o más, luego regresa y se
queda por tres a cuatro días y se vuelve a ir. Esto se repite durante casi seis
meses, así es como el padre interactúa con los componentes del sistema,
mientras que la madre, que es el elemento con autoridad, se lo permite
(elemento con más autoridad que los hijos). 
Al
no estar presente el padre, las interacciones entre madre e hijos han
aumentado. Las interacciones entre Hermanos se mantienen
Por
otra parte, además de las interacciones al interior del sistema, también existen interacciones entre el
Sistema Familia y el Macrosistema, vale decir: escuela, vecinos, municipio,
consultorio de salud, amigos, trabajo, etc. Las interacciones entre esta
familia nuclear y la familia extensa (de origen) de la madre siempre han sido
fluidas y constantes pero ahora se han fortalecido aún más. Lo contrario ocurre
con la familia extensa (de origen) del padre. La interacción
entre Sistema familia y Sistema trabajo aún son débiles, ya que la Madre se está
recién insertando al trabajo remunerado y de una manera inestable.
La dinámica es el cambio en el tiempo, este sistema se encuentra pasando de ser una Familia Biparental
(ambos padres) a una Familia
Monoparental (cuando hay sólo uno de los padres presente).
Independientemente
de lo anterior, las familias (al igual que las personas) pasan por etapas de un ciclo de desarrollo, es
algo natural, ésta se encuentra en la etapa de “Familia con Hijos
Adolescentes”, para determinarlo siempre se toma en cuenta la fase de
desarrollo en que se encuentra el hijo mayor, ya que éste es quien aporta, por
decirlo así, la mayor cuota de cambio al sistema. Esto es emergencia, pero una emergencia predecible, ya que es natural
pasar de un estado a otro.
En
cuanto la retroalimentación
del sistema, hay retroalimentación positiva y negativa, pero en lo que corresponde
al problema ya descrito: La Madre
retroalimenta negativamente al padre para que éste no se vaya
definitivamente, porque ella no acepta la separación. El Padre se va porque quiere separarse, pero es retroalimentado por la madre y en respuesta vuelve por unos
días. Entonces la Madre es
retroalimentada negativamente por el Padre, quién al volver estimula
su conducta de no aceptar la separación. Es circular y se mantiene en el
tiempo.
Por
otra parte, el comportamiento del Hijo
Menor, que ya hemos descrito, además de ser un síntoma que nos avisa sobre
la existencia de un problema familiar, retroalimenta
negativamente a ambos padres; cuando el niño manifiesta el síntoma los
padres se juntan para llevarlo al médico, o al psicólogo o para ir a la escuela
cuando los manda a llamar la profesora. El
hijo presenta este comportamiento para que todo vuelva a ser como antes, aunque
no sea conscientemente.
En
cambio, (algo que no habíamos
mencionado) el hijo mayor acepta la separación de los padres y trata de
convencer a la madre de aceptar la separación, como subsistema intenta retroalimentar positivamente.
Existen sistemas externos a la familia como; escuela, 
municipio, consultorio de salud que mediante interacciones profesionales
(psicólogo, Asistente Social y Profesores) están
interviniendo para retroalimentar positivamente al Sistema Familia a través de
la Madre, para que la familia deje de estar atrapada en esta situación
problema que se mantiene en el tiempo producto de la retroalimentación negativa. Al mismo tiempo, se le está enseñando a
diferenciar las funciones conyugales o de pareja, de las funciones parentales o
de padres.
La emergencia, actualmente, ha sido generada por el Padre (en
cuanto al problema ya descrito), pero es una emergencia mínima porque es predecible,
es decir; el padre se va, para luego volver y nuevamente se va, así ha ocurrido
durante alrededor de seis meses. Esto se debe a la retroalimentación negativa
que ya hemos descrito con anterioridad. En este caso es deseable la emergencia para producir cierta novedad, pero no
demasiada.
Desde
otra perspectiva, el sistema es frágil
porque pierde funcionalidad cuando
existen cambios, pero hay que tener
en cuenta que el cambio (separación de los padres) no es un cambio pequeño, por lo menos cuando hablamos de una
familia con niños (es distinto a cuando se separan los padres y los hijos son
adultos). De todas formas, no pretendo
decir que el Sistema Familiar se va a destruir, porque se está realizando
una intervención profesional para ayudarlo a superar esta crisis, de esta
manera el sistema encontrará un nuevo
equilibrio, diferente al que tenía pero será una nueva estabilidad.
Los
sistemas familiares están acostumbrados a atravesar crisis, generalmente
relacionadas con las etapas del desarrollo, pero el tipo de crisis a que nos
referimos en este ensayo es una crisis
situacional, producida por un acontecimiento, en este caso la separación de
los padres.
Se
destaca que el Sistema Familia cuenta con redes de apoyo, vale decir, sistemas
externos a la Familia, que se encuentran en el entorno para ayudarlo a
enfrentar el cambio, por ejemplo: escuela, vecinos, municipio, consultorio de
salud, amigos, trabajo, familia extensa (de origen) de la madre.
La
meta de la intervención profesional es que el sistema sea capaz de adaptarse,
que pueda cambiar su estado  como
respuesta a la perturbación.
Conclusiones
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Elegí
este sistema familiar, por que es un caso
real, esto permite demostrar en parte lo difícil que es ser sistémico en la
vida, es decir, cuesta más en la práctica que en teoría. Cuando tomé este caso
yo estaba en pre-práctica y, al principio, me costó pensar de forma sistémica,
fui algo reduccionista hasta que aprendí de profesionales con experiencia. Al pensar de manera reduccionista, podría
haber cometido el error de intervenir directamente en el hijo menor, quien
presentaba conducta sintomática, al hacerlo sólo habría logrado aumentar esta conducta y abría
empeorado el problema al interior del
Sistema Familia.
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Para
un profesional o técnico que trabaja con
personas, es productivo estudiar a la familia desde la óptica sistémica. También es beneficioso para los clientes,
pacientes, alumnos, Etc. Ojalá pudiéramos enseñarle a las personas a pensar
desde esta perspectiva, para que vean su realidad de otra manera. Culturalmente
nos han enseñado a ver la realidad de forma reduccionista o lineal. Sobre todo
a las personas con muy escasos estudios les cuesta más cambiar de enfoque.
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Para
estudiar a las familias como sistemas, hay que comprender el comportamiento de las partes, como se
comunican e interrelacionan entre sí y con el sistema en totalidad.  Además, hay que observar al sistema en
totalidad y no como un conjunto de partes separadas, sino no se podría tener
una fiel imagen de éste, sino distorsionada o parcial. Un sistema es más que la suma de de sus partes.
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El
comportamiento de los sistemas tiene causalidad
circular. En la visión reduccionista esto no se nota, porque se ve una
causalidad lineal (ejemplo; A causa B), sin embargo el enfoque sistémico
muestra la causalidad circular mediante la retroalimentación, cada conducta
depende de la conducta de otros. Puede haber retroalimentación positiva o
negativa, ninguna es mejor que otra, todo depende si se desea modificar o
reforzar un comportamiento.
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En
lo personal, el pensamiento sistémico me ayuda a auto evaluar mi realidad e
intentar mejorarla, así uno puede ser más feliz. La idea es lograr el
equilibrio.
Rocthana Apablaza Muñoz


ajjjammm, muy interesante el temita. sigue así.
ResponderEliminarNiño de mi corazón
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