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miércoles, 24 de febrero de 2016

Organización para enfrentar un Desastre Socionatural


Desastre Socionatural y Organización


El territorio del que voy a escribir está en Talca, capital de la VII Región del Maule. Situándome en Villa Las Lilas, más conocida como Villa Galilea, ubicada en 20 sur con Avenida Colín. 

El tipo de desastre Socionatural que pretendo analizar es hidrológico, vale decir, inundación. Sin muertos ni heridos.
El momento del ciclo de desastre en que se analizará la vulnerabilidad es un desastre ya acaecido en 1986 y que se repitió cuatro años más tarde.
La villa era nueva, los habitantes más antiguos tenían como año y medio viviendo ahí, los más nuevos levábamos algunos meses (desde el verano de 1986).
En el invierno de aquel año llovió mucho. Por detrás de algunas casas corría un diminuto canal, que en el verano apenas llevaba agua, era propiedad de un fundo que deslindaba con las casas de la vereda sur. En 1986 de rebasó. Tres cuadras hacia el poniente había un gran canal llamado "Cartón", éste también se rebasó, no inundando las villas que están a su alrededor, (Villa Perú y Villa Ecuador), ya que el desnivel del suelo hacía que dichas villas estuvieran más alto, entonces toda el agua se vino hacia abajo y se acunó en el desnivel más profundo, donde estaba ubicada la villa a la que hace mención esta columna de opinión, también la villa en el frente (vereda norte).

A lo anterior se agrega que los colectores de aguas lluvia eran pequeños, considerando el desnivel de la calle que acunaba el agua y los dos canales cercanos, el pequeño y el grande.
De acuerdo con Moser (1998) la vulnerabilidad social es la inseguridad del bienestar de individuos, hogares o comunidades ante un medioambiente cambiante, ya sean cambios ecológicos, económicos, sociales y/o políticos.
La amenaza era la ubicación de las villas, cerca de los canales, el notable desnivel de la calle y los deficientes recolectores de aguas lluvia  

Los pobladores no eran pobres, sino de clase media trabajadora. La vulnerabilidad, no sólo se refiere a pobreza, sino también; de acuerdo con Koztman 1999; (Cutter And Emrich, 2006) a un estado de los sujetos, familias y comunidades que varía en relación inversa a su capacidad para controlar las fuerzas que modelan su destino o contrarrestar sus efectos sobre el bienestar.

Existen fenómenos externos que exceden toda capacidad de respuesta, pero recordemos que el desastre de 1986 se repitió cuatro años más tarde de forma idéntica, poniendo a prueba la capacidad de la sociedad para responder.
En la primera inundación, los habitantes tenían poco tiempo viviendo ahí y los vecinos apenas se conocían, no había un gran compromiso con el territorio, algunas familias eran arrendatarias, la mayoría propietarios. Hasta eso no habían lazos de interacción y solidaridad entre vecinos. Las autoridades nunca pensaron que podría ocurrir esto, por lo que no había nada de prevención. En cuanto a la reacción de las autoridades, mandaron un camión a recoger a los damnificados para mandarlos a un albergue y ninguno de los pobladores quiso esa ayuda, ya que habían pedido una motobomba antes que el agua entrara a las casas y ésta llegó cuando ya era demasiado tarde, incluso después del camión del albergue. Además temían por el robo o hurto de sus cosas. 
Esto se repitió cuatro años después. Desde la primera inundación la relación entre vecinos cambió; se organizaron en junta de vecinos y lucharon por cambiar la situación, pero no fueron escuchados hasta que ocurrió por segunda vez, porque no se escucharon los saberes populares de quienes habían vivido esta experiencia la primera vez. 
Los habitantes siguieron luchando hasta que fueron cambiados los recolectores de agua lluvia y el canal más pequeño fue entubado. Esto se logró gracias a la integración social y procesos de territorialidad, la relación que construyeron los habitantes con su territorio a partir del primer desastre (que los unió como consecuencia positiva de la primera inundación). Una identidad dinámica formada por múltiples identidades.

Las perdidas materiales y económicas nunca fueron subsanadas.

Costó mucho que la gente se organizara, porque en aquellos tiempos las juntas de vecinos, organizaciones comunitarias y la participación eran algo mal visto, pues, aún eran tiempos de dictadura. Aún ahora, para muchas personas, la participación en dichas entidades es considerado como vulgar, dicha visión se transforma en una vulnerabilidad ante cualquier amenaza.
De acuerdo con lo anterior, los objetivos que se deben plantear son:
1 Mejorar la imagen de la participación en organizaciones comunitarias - desde antes que ocurra algún desastre-. (vulnerabilidad social)
2 Escuchar a las personas, vale decir, el saber popular. (vulnerabilidad política)
3 Tomar las precauciones necesarias al momento de recepcionar una obra. (Vulnerabilidad física)
4 Considerar el riesgo en planes de gestión territorial. (vulnerabilidad técnica)
5 Concientizar el respeto de la ciudadanía por los bienes de quienes sufren un desastre, evitando robos en casas damnificadas. (vulnerabilidad social).
6 Crear un seguro solidario para personas que sufren perdidas por desastres socionaturales, que les permita recuperar un porcentaje de sus perdidas materiales y económicas, independiente de la clase social, mientras se compruebe la negligencia de entidades políticas en la situación.

Los actores llamados a participar en el abordaje de este tipo de problemas son: primeramente, los afectados porque tienen el saber popular, están identificados con su territorio y deben hacer presión de todas formas, incluyendo movimientos sociales, organizaciones comunitarias, también hacer uso de las redes sociales. Otros actores social importantes son los gobiernos locales y municipalidades. Esta última en sus distintos departamentos (departamento de obras y departamento de organizaciones comunitarias). Así también, el Estado, descentralizando la toma de decisiones y leyes que den respuesta a pérdidas materiales y económicas


Esperando que la experiencia pueda servir a otras personas.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Una experiencia familiar desde un enfoque sistémico


El sistema que voy a describir es una familia biparental nuclear[1]. (Caso Real)
La situación que se presenta es que los padres se han distanciado, me refiero a su relación como pareja. El padre se va de la casa durante una semana o más, luego vuelve por tres a cuatro días y se vuelve a marchar. Esto se repite durante casi seis meses. Más allá de una separación, la problemática se concentra en la indefinición de la situación, a veces están juntos y luego separados. Esto genera inestabilidad en el Sistema Familiar, además de una disminución en las interacciones entre PADRE e HIJOS. En otras palabras, el problema es que los padres tienen una relación inestable desde hace seis meses y que confunden sus interacciones como pareja con sus interacciones como padres. Es normal que las parejas se separen, pero los padres no deben separarse de sus hijos.
Como consecuencia de este problema, el hijo menor está presentando una conducta sintomática que se manifiesta cuando se orina en las noches, baja las calificaciones en la escuela y pelea con sus compañeros.
Sólo un pensamiento sistémico ha permitido diagnosticar esta situación. Un pensamiento reduccionista diría que el problema está en la conducta del hijo menor (grave error) y no se fijaría en que dicha conducta es sólo la punta del iceberg. Por eso decimos que el niño está presentando una conducta sintomática, su comportamiento es el síntoma[2] que nos indica que en este sistema familiar hay un problema, y el análisis sistémico nos permite ver donde está el problema real, o sea, la actual relación inestable entre los padres y la confusión de éstos entre sus roles como pareja y sus roles parentales.
Lo interesante de la conducta del niño es que no sólo tiene un por qué, sino también un para qué, pues, cuando el niño manifiesta el síntoma los padres se juntan para llevarlo al médico o para ir a la escuela cuando los manda a llamar la profesora. El hijo presenta este comportamiento para que todo vuelva a ser como antes, aunque no sea conscientemente. Todo esto lo podemos ver gracias al enfoque sistémico, sino no podríamos, lo que nos llevaría a un diagnostico equivocado y, por ello realizaríamos una intervención equivocada y no podríamos resolver el problema. Un pensamiento reduccionista nos haría tratar de intervenir la conducta del niño como si fuera el problema y solo lograríamos empeorar todo.
Como dije al principio, el sistema que se describe es una familia, como tal se ha considerado teniendo en cuenta que se conforma por subsistemas (integrantes de la familia, subsistema filiar, subsistema fraternal, subsistema conyugal y subsistema parental). El Sistema familia también forma parte de un macrosistema que es la comunidad. La elección de la escala está dada por la naturaleza del problema que se quiere solucionar, claramente es un problema familiar.
Una familia es un sistema complejo, entretejido, no se puede estudiar de manera aislada porque las interacciones entre sus componentes son relevantes.
Hay interacciones entre el SISTEMA FAMILIA y el macrosistema pero son menores y menos intensas en comparación a las interacciones entre Sistema y Subsistemas (madre, padre, hijo mayor, hija, hijo menor), porque las interacciones entre los componentes de los sistemas en cada escala deben ser mayores que las interacciones  con otros elementos fuera del sistema.
Actualmente las interacciones entre la Madre y los Hijos son más fluidas, constantes, se ven día a día en la cotidianeidad, en comparación  con las interacciones entre Padre e Hijos, ya que este padre interactúa con sus hijos de manera intermitente, manifestando la ausencia de muchas de sus funciones. Las interacciones entre padres e hijos son relevantes cuando el sistema que estamos analizando es la Familia, sobre todo si es nuclear. También hay otras interacciones en este sistema como la relación conyugal entre los padres (como pareja) quienes están pasando por una crisis matrimonial, así también la interacción entre estos mismos padres pero en su calidad de padres, (ya no como pareja), como personas responsables de sus hijos. El padre se va de la casa durante una semana o más, luego regresa y se queda por tres a cuatro días y se vuelve a ir. Esto se repite durante casi seis meses, así es como el padre interactúa con los componentes del sistema, mientras que la madre, que es el elemento con autoridad, se lo permite (elemento con más autoridad que los hijos).
Al no estar presente el padre, las interacciones entre madre e hijos han aumentado. Las interacciones entre Hermanos se mantienen
Por otra parte, además de las interacciones al interior del sistema, también existen interacciones entre el Sistema Familia y el Macrosistema, vale decir: escuela, vecinos, municipio, consultorio de salud, amigos, trabajo, etc. Las interacciones entre esta familia nuclear y la familia extensa (de origen) de la madre siempre han sido fluidas y constantes pero ahora se han fortalecido aún más. Lo contrario ocurre con la familia extensa (de origen) del padre. La interacción entre Sistema familia y Sistema trabajo aún son débiles, ya que la Madre se está recién insertando al trabajo remunerado y de una manera inestable.
La dinámica es el cambio en el tiempo, este sistema se encuentra pasando de ser una Familia Biparental (ambos padres) a una Familia Monoparental (cuando hay sólo uno de los padres presente).
Independientemente de lo anterior, las familias (al igual que las personas) pasan por etapas de un ciclo de desarrollo, es algo natural, ésta se encuentra en la etapa de “Familia con Hijos Adolescentes”, para determinarlo siempre se toma en cuenta la fase de desarrollo en que se encuentra el hijo mayor, ya que éste es quien aporta, por decirlo así, la mayor cuota de cambio al sistema. Esto es emergencia, pero una emergencia predecible, ya que es natural pasar de un estado a otro.
En cuanto la retroalimentación del sistema, hay retroalimentación positiva y negativa, pero en lo que corresponde al problema ya descrito: La Madre retroalimenta negativamente al padre para que éste no se vaya definitivamente, porque ella no acepta la separación. El Padre se va porque quiere separarse, pero es retroalimentado por la madre y en respuesta vuelve por unos días. Entonces la Madre es retroalimentada negativamente por el Padre, quién al volver estimula su conducta de no aceptar la separación. Es circular y se mantiene en el tiempo.
Por otra parte, el comportamiento del Hijo Menor, que ya hemos descrito, además de ser un síntoma que nos avisa sobre la existencia de un problema familiar, retroalimenta negativamente a ambos padres; cuando el niño manifiesta el síntoma los padres se juntan para llevarlo al médico, o al psicólogo o para ir a la escuela cuando los manda a llamar la profesora. El hijo presenta este comportamiento para que todo vuelva a ser como antes, aunque no sea conscientemente.
En cambio, (algo que no habíamos mencionado) el hijo mayor acepta la separación de los padres y trata de convencer a la madre de aceptar la separación, como subsistema intenta retroalimentar positivamente.
Existen sistemas externos a la familia como; escuela,  municipio, consultorio de salud que mediante interacciones profesionales (psicólogo, Asistente Social y Profesores) están interviniendo para retroalimentar positivamente al Sistema Familia a través de la Madre, para que la familia deje de estar atrapada en esta situación problema que se mantiene en el tiempo producto de la retroalimentación negativa. Al mismo tiempo, se le está enseñando a diferenciar las funciones conyugales o de pareja, de las funciones parentales o de padres.
La emergencia, actualmente, ha sido generada por el Padre (en cuanto al problema ya descrito), pero es una emergencia mínima porque es predecible, es decir; el padre se va, para luego volver y nuevamente se va, así ha ocurrido durante alrededor de seis meses. Esto se debe a la retroalimentación negativa que ya hemos descrito con anterioridad. En este caso es deseable la emergencia para producir cierta novedad, pero no demasiada.
Desde otra perspectiva, el sistema es frágil porque pierde funcionalidad cuando existen cambios, pero hay que tener en cuenta que el cambio (separación de los padres) no es un cambio pequeño, por lo menos cuando hablamos de una familia con niños (es distinto a cuando se separan los padres y los hijos son adultos). De todas formas, no pretendo decir que el Sistema Familiar se va a destruir, porque se está realizando una intervención profesional para ayudarlo a superar esta crisis, de esta manera el sistema encontrará un nuevo equilibrio, diferente al que tenía pero será una nueva estabilidad.
Los sistemas familiares están acostumbrados a atravesar crisis, generalmente relacionadas con las etapas del desarrollo, pero el tipo de crisis a que nos referimos en este ensayo es una crisis situacional, producida por un acontecimiento, en este caso la separación de los padres.
Se destaca que el Sistema Familia cuenta con redes de apoyo, vale decir, sistemas externos a la Familia, que se encuentran en el entorno para ayudarlo a enfrentar el cambio, por ejemplo: escuela, vecinos, municipio, consultorio de salud, amigos, trabajo, familia extensa (de origen) de la madre.
La meta de la intervención profesional es que el sistema sea capaz de adaptarse, que pueda cambiar su estado  como respuesta a la perturbación.



Conclusiones

-        Elegí este sistema familiar, por que es un caso real, esto permite demostrar en parte lo difícil que es ser sistémico en la vida, es decir, cuesta más en la práctica que en teoría. Cuando tomé este caso yo estaba en pre-práctica y, al principio, me costó pensar de forma sistémica, fui algo reduccionista hasta que aprendí de profesionales con experiencia. Al pensar de manera reduccionista, podría haber cometido el error de intervenir directamente en el hijo menor, quien presentaba conducta sintomática, al hacerlo sólo habría logrado aumentar esta conducta y abría empeorado el problema al interior del Sistema Familia.
-        Para un profesional o técnico que trabaja con personas, es productivo estudiar a la familia desde la óptica sistémica. También es beneficioso para los clientes, pacientes, alumnos, Etc. Ojalá pudiéramos enseñarle a las personas a pensar desde esta perspectiva, para que vean su realidad de otra manera. Culturalmente nos han enseñado a ver la realidad de forma reduccionista o lineal. Sobre todo a las personas con muy escasos estudios les cuesta más cambiar de enfoque.
-        Para estudiar a las familias como sistemas, hay que comprender el comportamiento de las partes, como se comunican e interrelacionan entre sí y con el sistema en totalidad.  Además, hay que observar al sistema en totalidad y no como un conjunto de partes separadas, sino no se podría tener una fiel imagen de éste, sino distorsionada o parcial. Un sistema es más que la suma de de sus partes.
-        El comportamiento de los sistemas tiene causalidad circular. En la visión reduccionista esto no se nota, porque se ve una causalidad lineal (ejemplo; A causa B), sin embargo el enfoque sistémico muestra la causalidad circular mediante la retroalimentación, cada conducta depende de la conducta de otros. Puede haber retroalimentación positiva o negativa, ninguna es mejor que otra, todo depende si se desea modificar o reforzar un comportamiento.
-        En lo personal, el pensamiento sistémico me ayuda a auto evaluar mi realidad e intentar mejorarla, así uno puede ser más feliz. La idea es lograr el equilibrio.


Rocthana Apablaza Muñoz









[1] Familia nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos.
[2] Indicio o señal de que algo está ocurriendo.